Millones de personas usan las gafas cada día para corregir sus problemas refractivos, pero ¿sabes quién las inventó?

Los expertos dicen que la invención de las gafas está entre los diez inventos más importantes de la humanidad. Los problemas de visión también preocupaban en la antigüedad, y supuso un paso muy importante en la historia para que las personas con ciertos problemas visuales pudiesen seguir desarrollando un papel activo en la sociedad, pero además pudiesen seguir estudiando durante más tiempo y trasmitiendo sus conocimientos.

La referencia histórica más antigua al aumento de vista se remonta a los jeroglíficos egipcios del siglo V a.C., los cuales representaban lentes simples de vidrio. El registro escrito más antiguo del aumento de vista data del siglo I d. C., cuando Séneca, un tutor del emperador Nerón de Roma, escribió: «Letras, sin embargo, pequeñas y borrosas, son vistas más amplia y claramente a través de un globo o vaso lleno de agua». Nerón también dijo haber visto los juegos de gladiadores usando una esmeralda como lente correctora

Ibn al-Haytham, científico árabe conocido en Europa como Alhacén (965-1040), escribió en el siglo XI varios libros de oftalmología. Se cree que llegó a construir algunas lentes. Su obra fue traducida al latín, despertando interés de los estudiosos por sus aplicaciones, dando lugar así a las llamadas «piedras de lectura».

También los dos monjes franciscanos, Alejandro de la Espina y Roger Bacon, hacia la mitad del siglo XIII comunicaron el secreto de la fabricación de las lentes. Gracias a su descubrimiento, los frailes más mayores podían continuar trabajando, aunque tuviesen problemas de visión debido a la edad.

Se cree que el físico florentino Salvíno degli Armati (1245-1317), diseñó las primeras gafas de la historia, uniendo dos vidrios a los que dio cierto grosor y curvatura, capaces de aumentar los objetos, útiles para la vista cansada.

Entre tantos orígenes inciertos, en lo que sí parecen coincidir las fuentes es en que las gafas aparecen entre los siglos XIII y XIV de manos de monjes que trabajaban la talla del vidrio en Venecia.

 

Instituto Oftalmológico Bilbao