La presbicia o vista cansada es el endurecimiento del cristalino y su pérdida de elasticidad como consecuencia de la edad. El responsable de la vista cansada es el cristalino, este se encuentra detrás del iris y delante del humor vítreo.

El principal síntoma de la presbicia es no poder ver nítidamente los objetos cercanos. El responsable de la presbicia es el cristalino, su propósito principal consiste en permitir enfocar los objetos situados a diferentes distancias. El paso de los años hace que pierda su capacidad de adaptación y su capacidad para enfocar objetos cercanos. Lo mismo sucede con una cámara de fotos cuando se intenta enfocar objetos cercanos con el enfoque para objetos lejanos.

¿Cómo puede corregirse?

Lo más habitual siempre ha sido el uso de gafas, estas pueden ser monofocales, que mejoran la visión cercana, pero que no permiten realizar tareas más allá de esta distancia. Bifocales, a través de unas lentes que presentan dos focos, es decir, permite enfocar en visión lejana y visión próxima. Y las gafas progresivas, que son las más evolucionadas y que permiten ver en todas las distancias. También se puede optar por las lentes de contacto multifocales.

A través de la cirugía, se puede corregir de dos formas: con lente intraocular o con intervención láser. Aunque, en un sentido estricto, la presbicia se puede compensar, más que corregir.

Siempre es importante hacer una visita a tu oftalmólogo antes de tomar cualquier decisión sobre tus ojos.

¿Láser o lente intraocular?

En el Instituto Oftalmológico Bilbao, debemos analizar las condiciones del paciente: su edad y el estado de su cristalino para determinar cuál de las dos opciones es la más adecuada en cada caso concreto. Disponemos de todo el abanico de opciones que a día de hoy sabemos que proporcionan muy buenos resultados en la compensación de la presbicia.

Solo la exploración exhaustiva de tus ojos, que incluya también medidas mediante pupilometría infrarroja, podrá orientar adecuadamente cuál es su mejor opción.

La anestesia para cualquiera de las dos opciones se aplica de forma tópica, poniendo unas gotas de anestésico en los ojos. Ambas técnicas quirúrgicas son ambulatorias, no siendo necesario el ingreso hospitalario.

La recuperación es corta y rápida.

 

Instituto Oftalmológico Bilbao